Para ser buen profesional son necesarias, además de las competencias y las habilidades, la actitud y la pasión. Cuando sentimos pasión por lo que hacemos y tenemos buena actitud de cara a lograr los retos, todo fluye y las probabilidades de alcanzar el éxito aumentan.
Cada uno como persona es responsable de su actitud y en eso doy fe. Yo he fabricado muchas de mis ilusiones y retos y por ellos trabajo a diario, al punto que he logrado contagiar de ese entusiasmo que me mueve, a quienes trabajan conmigo.
Como profesionales de la salud que somos, tenemos la responsabilidad con cada uno de nuestros pacientes, de lograr que cada uno, colme sus expectativas y sus ilusiones, se logren a la par de nuestros retos profesionales. Leer más
Avda. del Monasterio de Silos, 13
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